viernes, 16 de julio de 2010
COLA DE MICHE
Les advierto que este gato no come ratones, me dan asco las ratas salitrosas de colores azules, tricolores y amarillas como el patético Fecal, el ausente Diego, los gatos lambiscones y ladinos del gabinete etc. pero bueno, para qué hablar de gente desagradable cuya existencia es un peligro para los mexicanos.
Soy un apasionado de la política por culpa de Violeta, eso les queda claro, hasta hoy pude publicar la primera, de muchas cartas íntimas que le escriben los enamorados a Violeta, convivir con ella siempre es grato, incluso cuando me trata como perro o ¡Peor! como su alumno.
Yo soy un gato normal ante los ojos de mi ama, muy tranquilo, nunca hago travesuras, ni me subo a la mesa, ni me voy de parranda por días a buscarme unas gatitas, aunque ganas no me faltan pero Violeta me seduce con comida y buenos tratos. Lo que ella no sabe, es que he aprendido a hablar, uso su computadora, me sé todas sus contraseñas, leo su correo y todos sus papeles.
Todos los días, cuando llega de trabajar, encuentra los papeles de su escritorio en desorden, de tantos que tiene no se percata que estuve hurgando, admito que me pongo celoso cuando siento que me roban la atención de mi Violeta, inmediatamente corro a sus brazos y le ronroneo, ella me acaricia y me vuelvo el centro de atención.
No puedo negar que mi naturaleza masculina me hace ser celoso y egoísta, pero mi autoestima felina me vuelve totalmente leal, nadie estuvo tan unido y amó tanto a Violeta como yo. Cuando ella se va, el impulso me traiciona y casi lloro como un perro, en su mirada dulce, sé que le preocupa dejarme solo, me acaricia y me da mi juguete favorito de estambre.
Estoy preocupado, percibo que Violeta se ha vuelto tan incrédula en cuestiones de amor, creo que se está enamorando de la soltería, prefiere estar sola que mal acompañada, tiene uno que otro pretendiente que le escribe correos disque de amor. Algunas veces recibe algunos tan sexosos, que cuando los lee, primero se sonroja, luego esboza una sonrisa y lanza la expresión, “¡Este wey me quiere coger!”. Pero si son buenas, las guarda en una carpeta de su buzón.
Viole tiene muchos amigos con los que comparte sus dudas con respecto al mundo masculino, luego les da la queja y ellos siempre le aconsejan, -en efecto bien dices, ese wey evidentemente te quiere coger. Seguido de un -pues sí el tipo te gusta, qué esperas, qué tiene de malo tener solo sexo. A lo que ella contesta – Pues en realidad nada, pero por qué habría de querer llenarme de vació, tengo autoestima suficiente como para saber que merezco algo mejor que solo sexo, como mínimo merezco amor, ya es frustrante que las empresas, el gobierno y demás instituciones no se quieran comprometer con uno y solo ofrezcan trabajos temporales y mal pagados, como para soportar encima de todo, que hasta el susodicho solo quiera pasar un buen rato con una y después si te veo ni te conozco.
Sé que a violeta, Le dan nostalgia las cartas de amor perfumadas, sentir mariposas, emocionarse y vivir la ilusión del amor, construir castillos en el aire, tener fantasías, por eso aunque sus pretendientes le escriban cartas sexosas, las guarda como queridas prendas, a sabiendas del poder de la palabra, pues alimentan el ego y de algún modo el alma, cuando se pone nostálgica o desanimada se pone a olerlas como si fueran flores.
Esa chica siempre me cuenta sus cosas más intimas, pensando que no se lo voy a contar a nadie, menos mal que no es de las que acostumbran hacerte jurar, porque eso sí, soy un gato de palabra y aunque no lo crean le soy leal y no estaría hoy de chismoso.
Violeta es una feliz soltera, ha tenido muchos novios, pero últimamente parece que no encuentra al hombre perfecto, así como la veo parece que es un mal de la edad, pues tiene muchas amigas solteras que aunque jóvenes bellas, guardan la esperanza de encontrar un sapito que con la magia de sus besos puedan volver príncipe.
Y el casting continúa… Violeta, tiene mucho tiempo que no tiene una relación seria con nadie, aunque debo admitir que me pongo celoso cuando sale a tomar café con algún amigo, porque me abandona todo el día. Los pelos se me erizan cuando vamos al parque, hay un tipo que la mira con ojos de amor y él parece gustarle, han pasado más de dos años en que cruzan miradas pero ni una sola palabra.
Los amigos de violeta le aconsejan todo el tiempo que se deje querer, que viva el momento, mientras yo creo que lo que ella debe hacer, es permitirse que la conozcan, pues le ha dado por hacer casting para novio desde la comodidad de su hogar. Muchos le bajan el sol y las estrellas, la tratan de seducir hasta que intentan convencerla de salir a tomar un café, mi Violet tiene todo un protocolo a seguir, hasta el momento en un record de dos años no ha llegado hasta el café, por lo incrédula que es, siempre les dice no estar interesada en relaciones amorosas, sólo estricta amistad, entonces cuando sus pretendientes descubren que es en serio, siempre pasa que cancelan la cita porque a última hora surgió un compromiso o tuvieron una situación de vida o muerte que les impedirá asistir. Violeta con aire de triunfo dice “¡Uno menos, él se lo perdió y yo me lo ahorré!” y es lo mismo independientemente del medio por el que los conozca, sigue siendo solo amiga y para nada se va al hotel. Creo que comete un error, pues debería permitirse dejarse conocer aunque vuelva temprano a casa desmoralizada y a tiempo para ver el noticiero.
No la alcanzo a entender, ¿Qué tiene de malo tener sexo, sexo, andar con un novio y con otro? yo andaría con muchas gatas si pudiera escaparme. Violeta me confía sus secretos, algunas veces sale con tipos que de verdad le gustan, regresa contenta, e ilusionada, pero pasan los días y no vuelve a saber de ellos, luego inesperadamente se los encuentra y la invitan a salir, todo muy lindo, se divierten y de nuevo no vuelve a saber nada de ellos.
¿Y entonces cuál es el problema? ¿Qué está buscando Violeta? Me atrevería a decir que busca un hombre que la ame completamente, que esté dispuesto a dar todo por ella, que sienta que sin ella su vida es incompleta, creo que no lo sabe con precisión y cuando casi está cerca a veces le da miedo.
En su necedad y cerrazón Violeta no se ha percatado que su treintañero enamorado le escribe cartas, porque vive atosigado por sus pasiones de cuya boca, manos, piel quisiera salir todo lo que ha expresado. Marcel es un joven que se revela a su pasividad y escribe para expresar la pasión que vuelca en palabras, lo que encierra su pecho encendido. Violet ante semejantes proposiciones se asusta, en el fondo sabe que eróticamente esas palabras retumban en los sentidos tan fuerte como en la piel y que un encuentro podría ser un total fracaso, pero no se da cuenta que la proposición que Marcel le hace, va más allá, del deseo y el placer carnal, hay en lo que escribe un mensaje que no ha podido ser directo y crudo por miedo, sin embargo sus palabras esconden algo más, que solo sexo y dejan entrever una invitación a la aventura más allá de lo etéreo
Por hoy he escrito mucho, me siento entre culpable y satisfecho pues he logrado hacer oficialmente mi primer travesura
Me voy antes de que Violeta me agarre con las garras en las teclas, que de aquí en adelante seré cola de miche, genio y figura hasta la sepultura.
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